Este año la novedad es la clase de filosofía. La profesora parece tener todas las ideas claras y trata de explicarnos para qué sirve esta materia en la vida diaria. Mi papá dice que es una manera intelectual de perder el tiempo, que la filosofía no sirve para un carajo, que más bien deberían enseñarnos finanzas o ajedrez.
¿Qué no volverías a hacer en tu vida? Es la pregunta que debo responder por medio de una pequeña disertación para la próxima clase de filosofía. Creo que no volveré a cortarme el pelo por encima de los hombros, pensé, pero imagino que no es una respuesta adecuada para un enunciado tan profundo. Así que le hice la pregunta a mi mamá en busca de inspiración.
No volvería a trabajar de mesera nunca más en mi vida, contestó. Sus ojos se enfocaron en un punto fijo del piso y después de unos segundos de recordación profunda continuó: antes de instalarnos aquí en Alemania, vivimos un tiempo en España, y al poco tiempo conseguimos un trabajo de meseros en un restaurante muy concurrido de la zona turística.
El trabajo era extenuante, las jornadas eran muy largas y el sueldo era muy bajito, a duras penas nos alcanzaba para pagar el arriendo y hacer el mercado, pero como “Sudacas” no podíamos pretender a mucho más. Con frecuencia el ayudante de cocina se ausentaba y tu papá lo reemplazaba.
La dueña del negocio tenía cuatro perros que mantenía encerrados en el día, ni te cuento el reguero de bollos que me tocaba limpiar cuando llegaba por las mañanas, hasta que se le ocurrió echar aserrín en el piso de la cocina, “para facilitar la limpieza», decía ella.
El restaurante era muy frecuentado y el ajetreo en la cocina era una cosa brutal, no había tiempo de mantenerla organizada, todo estaba sucio y hecho a las carreras. Un día, a tu papá se le cayó una croqueta al piso, la recogió, la pasó por agua y la volvió a meter en la freidora.
Recuerdo que yo misma llevé el plato a una pareja encopetada sentada en la terraza frente al mar sin tener la más mínima idea de que se iban a comer un bollo frito. El grito retumbó en todo el barrio. Hoy en día hay una farmacia en ese local.